La industria del reciclaje de plásticos en México ha logrado avances significativos en las últimas décadas, y se considera ya una pieza clave en la transición hacia una economía circular. Este sector, que ha experimentado un crecimiento sostenido, refleja la importancia de abordar los retos medioambientales relacionados con el manejo de residuos.
En México, se generan diariamente 120,128 toneladas de residuos sólidos urbanos, de los cuales el 12% corresponde a plásticos. Aunque la tasa de reciclaje promedio alcanza el 30%, el país destaca con un 60% de recuperación en el caso del PET, lo que lo posiciona como líder en América.
En la actualidad, el sector cuenta con más de 350 empresas dedicadas al reciclaje de plásticos distribuidas a lo largo del país, con una antigüedad promedio de 14 años. Estas empresas no solo generan aproximadamente 70,000 empleos directos e indirectos, sino que también contribuyen al desarrollo de tecnologías e innovaciones que permiten maximizar el aprovechamiento de los materiales reciclados.
Los principales materiales procesados incluyen PET, polietileno de alta y baja densidad (PEAD y PEBD), polipropileno (PP) y poliestireno (PS); los cuales son empleados en una amplia gama de aplicaciones industriales.
El modelo de producción
El proceso de reciclaje incluye diversas etapas que aseguran la transformación efectiva de los residuos. En primer lugar, el acopio de materiales plásticos se lleva a cabo en centros de transferencia, tiraderos y directamente desde maquiladoras o particulares. Posteriormente, los plásticos recolectados son sometidos a procesos de lavado, que eliminan impurezas como tierra y restos orgánicos.
En la etapa de molienda, los residuos se reducen a pequeñas hojuelas, que luego son densificadas para optimizar su transporte. Finalmente, el pelletizado convierte estas hojuelas en pellets, que como es bien conocido, representa la materia prima que se emplea en la fabricación de nuevos productos.
En 2023, el 64% de las empresas recicladoras realizó actividades de lavado, mientras que el 43% participó en el pelletizado. Este último paso es fundamental para cerrar el ciclo de vida del plástico, permitiendo su reincorporación en cadenas de producción como materia prima secundaria. Aunque algunas empresas completan el ciclo con la fabricación de productos finales, la mayoría se especializa solo en una o más etapas del proceso.
El impacto económico y medioambiental del reciclaje es significativo. El PET reciclado representa 60% del material recuperado y se destina principalmente a la producción de envases y empaques, que constituyen 63% de su uso. Además, este material se emplea en para distintas aplicaciones, desde fibras textiles, hasta componentes de la construcción, lo que muestra su versatilidad. Los esfuerzos por incrementar el contenido de material reciclado en los productos han llevado a que 20% de los envases y empaques nuevos incorporen plásticos reciclados, con una meta de 30% para 2025.
Desafíos del reciclaje
A pesar de los avances, el sector enfrenta retos importantes. Tal vez el principal es la falta de infraestructura adecuada, que limita la capacidad de acopio y procesamiento y dificulta alcanzar las metas de reciclaje establecidas. Además, solo 12% de los mexicanos recicla todos sus desechos plásticos, lo que subraya la necesidad de promover una cultura de reciclaje más amplia. Campañas de educación ambiental y la implementación de incentivos económicos son herramientas clave para superar este obstáculo.
La tecnología también desempeña un papel crucial en la mejora del reciclaje. La transición hacia empaques monocapa y la eliminación de colorantes complicados de procesar son estrategias que facilitan la reciclabilidad. Además, la inversión en plantas de reciclaje avanzadas ha permitido aumentar la capacidad instalada del país a 753,000 toneladas anuales, suficiente para procesar el 70% de los envases en el mercado.
El sector también se beneficia de iniciativas globales como el Compromiso Global para la Nueva Economía del Plástico, que fomenta la reducción del uso de plásticos vírgenes y promueve la economía circular. A nivel local, planes de manejo como el de ECOCE han permitido gestionar más de 598,000 toneladas de residuos plásticos en 2023, facilitando su aprovechamiento y valorización.
Las perspectivas para la industria son optimistas. Con la implementación de regulaciones y la colaboración entre gobierno, industria y sociedad, se espera que el sector continúe creciendo y mejorando su eficiencia. La meta de alcanzar un 100% de circularidad en envases y empaques para 2030 es ambiciosa, pero expertos aseguran que es alcanzable con el compromiso colectivo. Este objetivo no solo contribuiría a mitigar el impacto ambiental de los plásticos, sino también a generar beneficios económicos y sociales para los industriales del plástico en México.