Como en prácticamente todos los ámbitos de la industria, en la manufactura de productos de plástico, la necesidad por mejorar la eficiencia y la calidad en los procesos y productos ha generado cambios, en algunos casos, significativos. Entre ellos sin duda destaca la implementación de sistemas de información y control, los cuales han permitido a las empresas optimizar sus operaciones y adaptarse de mejor manera a las demandas del mercado.
Uno de los pilares en la modernización de la manufactura, particularmente de procesos, fue el desarrollo de sistemas de control de supervisión y adquisición de datos (SCADA). Estos sistemas permiten el monitoreo en tiempo real de los procesos de producción para facilitar la detección y corrección de desviaciones antes de que se conviertan en problemas mayores.
Estos sistemas, presentan una interfaz gráfica que representa visualmente el estado de los sistemas, por lo que los operadores pueden tomar decisiones informadas basadas en datos precisos. Además, la capacidad de recopilar y almacenar datos históricos es esencial para el análisis y la mejora continua de los procesos. En la manufactura de plásticos se han ido incorporando sistemas que, a partir de los equipos CNC incorporados en las máquinas, permiten no solo alimentar la máquina, sino extraer esa información valiosa para gestionar el proceso.
La integración de sensores en las líneas de producción ha sido otro avance crucial. En el sector Plástico, se emplean sensores de presión de cavidad, por ejemplo, para medir la presión interna dentro del molde durante el proceso de inyección, asegurando un llenado uniforme y la calidad del producto final. Por otra parte, los sensores de temperatura monitorean tanto el plástico fundido como el molde, garantizando que las temperaturas se mantengan dentro de los rangos óptimos para evitar defectos en las piezas. Estos dispositivos se conectan a sistemas de monitoreo a través de interfaces específicas, permitiendo la recopilación y análisis de datos en tiempo real.
Control en el proceso
Los controladores lógicos programables (PLCs) juegan un papel esencial en la automatización de los procesos de moldeo por inyección, moldeo y extrusión de plásticos. Actúan como intermediarios entre los sensores y los sistemas de software y recopilan datos en tiempo real para generar un control preciso de variables críticas. Los PLCs están programados para responder a las señales de los sensores mediante el ajuste de parámetros operativos y garantizando la estabilidad y calidad del proceso productivo. Esta capacidad de respuesta inmediata es vital para mantener la eficiencia y reducir el desperdicio en la producción.
La implementación de sistemas de ejecución de manufactura (MES) ha permitido a las empresas del sector plástico gestionar y controlar las operaciones de manufactura en el piso de producción de manera más efectiva. Estos sistemas ofrecen seguimiento en tiempo real de órdenes de trabajo y gestión de inventarios y aseguran que los materiales estén disponibles cuando se necesitan y que las órdenes se completen según lo programado. Además, la integración de los MES con sistemas empresariales como ERP proporciona una visión holística de la producción, facilitando la toma de decisiones estratégicas basadas en información actualizada.
La automatización en la industria del plástico no solo mejora la eficiencia, sino que también aborda desafíos como la escasez de trabajadores calificados y la presión por reducir costos de materiales. Los procesadores de plásticos, según lo documentan los mismos fabricantes, suelen enfrentarse a cinco desafíos clave: minimizar el tiempo de inactividad no planificado, gestionar la presión de costos de materiales, enfrentar la escasez de trabajadores calificados, manejar la complejidad de los controles y controlar las variaciones del proceso. La automatización personalizada puede ser una solución efectiva para estos desafíos, pues se realiza en pro de la eficiencia y permite reducir la dependencia del trabajo manual.
Reconversión tecnológica
En México, la industria del plástico ha mostrado un crecimiento notable. Según datos del Censo Económico 2019, se registraron 6,130 unidades económicas en el sector de Industria del Plástico y del Hule, y se destaca a estados como Guanajuato con 1,032 unidades, Estado de México con 978 y Jalisco con 819. Esta industria ha mostrado un crecimiento notable y superó los 6.5 billones de pesos en 2024, según datos del Gobierno de México.
Es por este motivo que la estandarización de procesos se ha convertido en un aspecto clave para lograr la optimización de la producción de plásticos. Al implementar sistemas de control de calidad efectivos se ayuda a garantizar que los productos cumplan con los estándares establecidos y las expectativas de los clientes. La estandarización de procesos es esencial para evitar variaciones en la materia prima y asegurar la consistencia en la calidad del producto final. Además, las inspecciones visuales durante el proceso de fabricación pueden detectar defectos como burbujas, grietas o deformaciones, permitiendo corregirlos a tiempo y evitando la producción de lotes defectuosos.
La inversión en maquinaria y equipos modernos también es fundamental para la optimización de la producción. Equipos actualizados pueden mejorar la productividad, reducir los tiempos de ciclo y minimizar los errores. Además, la capacitación del personal en el uso adecuado de estas tecnologías garantiza que se aprovechen al máximo las capacidades de los nuevos sistemas. Un flujo de trabajo bien organizado y eficiente, complementado con prácticas de mantenimiento preventivo, puede prevenir fallas inesperadas y prolongar la vida útil de los activos, contribuyendo a una producción más eficiente y rentable.
La adopción de sistemas de información y control en la industria del plástico ha demostrado ser una estrategia efectiva para mejorar la eficiencia, calidad y rentabilidad de las operaciones. La integración de tecnologías avanzadas, la estandarización de procesos y la inversión en equipos modernos son pasos esenciales para que las empresas del sector Plástico se mantengan competitivas.